Zarko Trajkovic, primer jugador extranjero del Arrate
El balonmano siempre ha sido un deporte destacado en nuestro país, a pesar de mantenerse continuamente a la sombra de otros como el fútbol, el tenis o el baloncesto. Es uno de los más numerosos, en cuanto a licencias federativas, y el potencial de la selección español, al menos en décadas pasadas, era incuestionable. Si bien se han vivido tiempos mejores y en la actualidad el balonmano español está siendo tremendamente golpeado por la crisis económica y la falta de patrocinadores, el deporte sigue llenando pabellones por todo el país, desde Andalucía a Euskadi. Precisamente de esa región norteña nos vienen los buenísimos recuerdos de uno de esos clubs humildes que lograron tocar el cielo partiendo desde lo más bajo, y que se ganaron el cariño y el respeto de todos los aficionados. Nos referimos, por supuesto, a la JD Arrate.
El club surgió en Eibar, una población de Guipúzcoa que hoy es tremendamente conocida gracias a su equipo de fútbol, que milita en primera desde hace varias temporadas después de haberse convertido en todo un clásico en segunda. Antes de que el SD Eibar estuviera tan alto, el Arrate ya llevaba el nombre de la ciudad por todo el país, jugando en numerosas ocasiones en División de Honor y en categorías muy importantes dentro del balonmano español. El equipo contaba con grandísimos jugadores en su tiempo, y uno de los más insignes, el bosnio Zarko Trajkovic, dejó un gran calado en toda la ciudad ya que pasó muchos años en el club, primero como jugador y luego como técnico y parte del plantel directivo. Trajkovic fue, de hecho, el primer jugador internacional que recaló en las filas del conjunto franjiazul, y acabó acomodándose en el mismo y haciendo de Eibar su hogar durante muchos años.